sábado, 4 de mayo de 2013

Y nacerás


Y nacerás un día de repente,
me mirarás,
te miraré
y sentiré que sé un poco más de mí
y aún así todo lo que sé
será insuficiente.

Será entonces que
el corazón,
verdaderamente ocupe su lugar,
ya no en mi pecho
ni en mi vientre,
si no corriendo por ahí
capturando toda mi atención.

Escribo hoy desde tu cuarto
en la madrugada,
porque he empezado a dar
vueltas a deshoras en la cama.

Te pienso,
te siento
y me alegro
al constatar lo mucho
que he deseado
nuestro encuentro.

Así como muchos otros animales
me preparo para tu llegada
nos preparamos los tres.

Juntamos nuestros corazones,
alistamos un espacio,
dejamos que brinquen emociones,
ponemos cajones de colores,
suaves sábanas en tu cama,
ropa hermosa
y regalos de tus seres
que sin conocerte
ya te quieren.

Anotamos en un libro gigante
lo que vamos sintiendo
en estos meses previos a que nazcas,
juntamos algunos de los libros
infantiles que hemos acumulado
en nuestras vidas.

Disponemos para ti,
lo que consideramos mejor
sólo para que
cuando llegues,
sientas también la alegría
de al fin haber llegado
a nuestras lado.