domingo, 5 de octubre de 2014

La orilla de mi oreja

No era tanto lo que decía
Ni cómo lo decía
       Si no en dónde lo decía
Lo que me tenía con los pelitos de punta

1 comentario:

marichuy dijo...

Qué cierto: todo reside en los detalles. Por ejemplo el dónde. Pequeños pero fundamentales detalles...

Saludos