jueves, 24 de noviembre de 2011

Para encontrarse


Para encontrarse,
hay que perderse
por completo,
absolutamente.

Tener el corazón
volteado,
los intestinos revueltos,
confundidos los sentidos,
hechos bolas los deseos.

Estar al punto
de insensibilidad
absurda,
que nos pase
la locomotora encima
y a penas percatarse
del dolor que infringe.

En la perdición
exacerbada,
que ciega
todo gozo
de toda boca atrevida
y cerrar un momento de amor
con el mismo placer
que uno se lava los dientes
por las mañanas
aún medio dormido.

Supongo que para encontrarse
hay que tener muy claro
que haría uno
en el magnífico caso de tener éxito
en la búsqueda de uno mismo.

Saber a dónde se quiere ir,
en compañía de quién,
para hacer qué,
cuándo se quiere que se de
ese encuentro.

De no saber todo esto
en el instante de encontrarse
y de la angustia de no tener
las cosas claras,
nos perderíamos de nuevo.





Basado en un comentario que encontré en la página de Marichuy http://melange-marichuy.blogspot.com/2011/11/buscando-sin-encontrar.html

Jo dixit.: a veces quisiera poder saber que hace falta para encontrarse además de perderse...

1 comentario:

marichuy dijo...

Y yo estoy al revés: en un punto de hiper.sensibilidad absurda, casi pueril

Bello poema, querida Cuentista.

Un abrazo