martes, 15 de julio de 2008

Dime tu nombre al oído

Dime tu nombre al oído
y confunde mis sentidos.

Repite tu nombre,
si es preciso 100 veces,
aún así tal vez no lo pueda decir.

Es la risa,
los nervios
y las cosquillas de tu voz en mi oreja,
las que evitan que me concentre.

Quién puede oír algo,
si me hablas y
te aventuras por mi cintura
al mismo tiempo.

Mientras tú me susurras,
yo oigo un rugido
y no sé si es tu voz,
tu corazón o el mío.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un rúgido???? Ja me suena me suena